Quiero saber más de ti [Priv. Connor]

Aburrido. Sí, asi era exactamente como se encontraba. Aquella tarde había asistido a clases, cosa que no siempre hacía y por desgracia, había sido tan sumamente decepcionante como de costumbre. Un profesor que hablaba sin parar de cosas triviales que luego probablemente siquiera saldrían en los exámenes; una perdida de tiempo. Normalmente tenía suficiente con estudiar por cuenta propia; a veces usaba algunos apuntes y libros, pero principalmente investigando por la red. Connor siempre había sido más del tipo que prefiere aprender en solitario, sin ayuda de nadie, estudiando e indagando por su cuenta. Algunos creerían que era una locura, otros simplemente pensarían que para una persona normal sería imposible de estudiar de ese modo y sacar buenas notas, no obstante, él podía y era, de hecho, el método que le iba mejor. Quizás era precisamente por ello que iba a clases con el único objetivo de tener el número de asistencias obligatorias, algo que solía encontrar simplemente inútil.

Hacía ya diez minutos que había salido del aula y se encontraba, en ese preciso instante, sentado en un banco, estirando los brazos con cierto cansancio. Había pasado la noche anterior tratando de descubrir porque las cuentas de la empresa de un conocido de su "padre" estaban teniendo severos problemas financieros, a pesar de que en teoría todo iba bien. Acabó por descubrir que uno de sus empleados les estaba robando dinero a través de un complejo sistema que... bueno, da igual, el caso era que les estaba robando. Su "padre" (pues no nos referimos al biológico, sino al actual marido de su madre) solía pedirle ese tipo de favores, sobretodo desde que conocía su habilidad con la informática. Lo mantenían ambos en secreto de su madre, a quien nunca le había hecho mucha gracia todo aquello, considerándolo algo peligroso y fuera de la ley, misma razón por la que temía que su querido hijo un dia terminara metido en serios problemas. No obstante aquel hombre era comprensivo. Sabía que Connor no lo hacía para causar problemas y, al mismo tiempo, que era algo que disfrutaba hacer. A decir verdad no le habría molestado hacerlo simplemente para probar sus habilidades, pero él hombre insistió en repetidas ocasiones que le permitiera pagarle. Era, quizás, su forma de redimirse por haber convencido a su madre de mandarlo a Starlight More, pues más tarde supo que en realidad no era un chico conflictivo, sino, básicamente, un incomprendido.

Se levantó al cabo de unos minutos, tras reflexionar sobre todas las acciones inútiles que hizo hasta lograr hallar el problema Ah, lo mejor será volver a mi habitación y buscar cómo podría haberlo solucionado más rápido. Ese era, sin más, el plan que tenía para terminar la tarde. Todo habría ido sobre ruedas si no fuera porque, de la nada, una joven se agarró a su brazo con una confianza más que excesiva. Dirigió su mirada hacia la misma y enarcó levemente una ceja, sacando su brazo del agarre ajeno con una mueca de incomodidad; el contacto fisco con desconocidos no era precisamente de su agrado- "El lugar", dices... -Susurró, con un tono levemente molesto- Esto es muy grande, no hay modo de que ahora me ponga a darte un tour por "el lugar", no tengo todo el día ¿Sabes? -Tomó su celular y miró la hora, soltando un pequeño suspiro y luego sobándose la nuca, quizás con una expresión de "Esto es una molestia"- Bien, sólo dime dónde quieres ir y te llevaré. -Le enseñó la mano y levantó el dedo índice- Una hora, luego de eso te dejaré en la zona administrativa y te las apañarás sola. Creo que ya eres mayorcita de todos modos. -Sentenció, bajando la mano y acomodándole en el el bolsillo de su pantalón- ¿Y bien? ¿Dónde quieres ir?